“Actualmente las construcciones urbanas han dejado de ser pensadas y enfocadas hacia el
individuo, provocando una desproporción entre lo que podríamos llamar escala humana y escala
urbana. Las características estructurales y socioculturales de aquellos lugares, influyen en las
formas de utilización y tránsito de los espacios públicos, estableciéndose un nuevo habitar, donde
la experiencia de lugar como espacio particular y propio desaparece.
Mi trabajo se centra en la representación simbólica de la sensación de desamparo y soledad en
las sociedades actuales. Síndrome que pareciera ser intrínseco de las grandes metrópolis, y que
termina por aislar a los individuos dentro de la multitud. Situación paradójica, kafkiana, en que la
arquitectura se magnifica en el acto de empequeñecernos, distanciarnos, volvernos ausentes e
invisibles.
Por medio de escenarios donde los “Paseantes” contrastan con la estructura, como una masa
anónima que pulula en el cotidiano de una urbe, hablo de experiencias individuales, de presencias
que se insinúan. Aludo aquella “errancia de las soledades singulares”, vista a través de
estructuras acromegálicas, que crecen inversamente proporcional a la fragilidad humana.”
Isadora Willson (Santiago de Chile, 1984)